En el sector de la joyería, la búsqueda del equilibrio entre la durabilidad y la perfección estética es una constante.
Aunque metales preciosos como el oro o la plata se utilizan desde hace milenios y siguen siendo fundamentales en la creación de toda clase de piezas, también pueden beneficiarse de otros materiales para realzar aún más su belleza y su resistencia. Aquí es donde entra en escena un aliado discreto, pero eficaz: el rodio. Descubre en VIDAL & VIDAL qué es y por qué se usa en la alta joyería.
¿Qué es el baño de rodio?
El rodio es un metal de la familia del platino que ofrece un acabado extremadamente brillante a las joyas mientras les proporciona una protección superior. Se trata de un material raro y valioso que se ha convertido en un estándar de calidad dentro de esta industria.
En concreto, el baño de rodio es un proceso de galvanoplastia conocido como rodiado en el que se deposita una fina capa de este material sobre una pieza fabricada con otro metal, sobre todo oro, plata o platino. La razón de que se utilice ampliamente en joyería es su elevada resistencia al deslustre y a la corrosión, aparte de que la tecnología ahora permite su aplicación controlada y accesible.
¿Por qué se usa el baño de rodio en joyería? Ventajas
El principal motivo para recurrir a un baño de rodio es la combinación de estética y funcionalidad. En el caso del oro blanco, por ejemplo, se aplica como una capa final para que tenga ese característico tono intenso y luminoso, que también realza el brillo de los diamantes y otras gemas engastadas.
En la plata, el baño de rodio ofrece una solución elegante a su tendencia natural al deslustre. El contacto con el oxígeno del aire y la humedad provoca que se oscurezca con el tiempo y aparezca la conocida pátina. Durante este proceso, la capa de rodio actúa como un escudo protector que evita dicha reacción química para mantener las joyas con su brillo original más tiempo.
Aparte de la mejora del color y la prevención de la oxidación, el rodio aporta una dureza significativa a la superficie de las piezas. Proporciona una resistencia superior a las abrasiones y los arañazos propios del uso diario, lo que resulta especialmente útil en joyas de uso frecuente como alianzas o solitarios, que están continuamente expuestos a posibles daños.
Otro beneficio clave, y que cada vez cobra más relevancia, es su carácter hipoalergénico. Algunas personas sufren reacciones a ciertos metales presentes en las aleaciones tradicionales, como el níquel. Al recubrir las piezas con un baño de rodio, se crea una barrera inerte entre la piel y el metal de base, lo que minimiza el riesgo de irritaciones y permite que quienes tienen la piel sensible puedan lucir su colección con comodidad.
Cuidados de las joyas con baño de rodio
A pesar de sus múltiples ventajas, es importante saber que el baño de rodio no es permanente, ya que con el tiempo y el uso se irá desgastando, sobre todo en las zonas de mayor fricción. La duración de la capa depende en gran medida del grosor, el tipo de joya y el estilo de vida de la persona. Un anillo, por ejemplo, mostrará signos de deterioro antes que unos pendientes o un colgante.
Cuando el color del oro blanco comienza a ser visible o la plata empieza a oscurecerse, es momento de aplicar un nuevo baño de rodio. Se trata de un servicio de mantenimiento relativamente extendido y asequible que muchas joyerías con experiencia ofrecen. En cualquier caso, para prolongar su vida útil, se recomienda seguir unas pautas sencillas de cuidado:
- Evitar el contacto con sustancias químicas agresivas como cloro, perfumes, lacas o productos de limpieza.
- Retirar las piezas rodiadas antes de ducharse, hacer tareas domésticas o practicar ejercicio físico intenso.
- Usar agua tibia, jabón de pH neutro y un paño suave para la limpieza.
Sin duda, el baño de rodio representa el equilibrio perfecto entre la belleza atemporal de los metales preciosos y la innovación tecnológica. Es un tratamiento funcional que mejora significativamente la estética y la durabilidad de las joyas más valiosas. Aporta una protección sólida frente al desgaste, así como una solución hipoalergénica. También asegura que las piezas no solo brillen en el momento de la compra, sino que perduren en el tiempo con los cuidados apropiados.



